domingo, 7 de agosto de 2011

Foro de minería: Quindío demostró ser el corazón verde de Colombia – NO ROTUNDO A LA MINERIA – FUERA AGA

 

La enorme asistencia que logró el foro minero del Quindío ‘Por la preservación y la vida’ confirmó el interés de la ciudadanía en la conservación del medio ambiente y su rotunda oposición a la posibilidad de que en el departamento se adelante una industria minera.

El hecho resulta reconfortante si se tiene en cuenta que se conoce de 93 contratos de concesión minera y 116 solicitudes para la exploración y posterior explotación de yacimientos de oro, plata, platino, molibdeno, níquel, zinc y cobre, cubriendo de esta manera más del 70% de la superficie del ente territorial por parte de las empresas Anglo Gold Ashanti Colombia S.A,, Cerromatoso S.A, Golden Amera Resources Inc., Oro Barracuda Limitada, sociedad AngloAmerican Colombia Exploration S.A. y Río Tinto Mining and Exploration Colombia.
Fue así como el encuentro, convocado en conjunto entre la Defensoría del Pueblo y la gobernación, superó el aforo máximo del centro cultural Metropolitano al convocar a mil 450 personas para un recinto que se quedó cortó, con capacidad para mil 200.
“La intención fue que las diversas organizaciones expusieran la situación real de la región y las consecuencias que el desarrollo de esta industria podría tener. Se quiso originar un eco en las autoridades nacionales porque somos el segundo departamento más pequeño luego de San Andrés, y de presentarse megaminería a cielo abierto se podrían dar consecuencias nefastas para el sector productivo y las fuentes hídricas que nacen en la cordillera y alimentan la totalidad del departamento”, explicó el secretario de Desarrollo Económico y Competitividad, Julio César Cortés Pulido.
El funcionario reiteró la voluntad de la administración departamental para agotar todas las instancias y evitar a toda costa que se hagan efectivas las concesiones, que habrían ignorado las limitaciones estipuladas en la ley 2 de 1959, que reglamenta la reserva forestal central.
El gobernador Julio César López Espinosa ratificó esta posición al subrayar la vocación productiva elegida por la misma comunidad y que se orienta a la conservación de un territorio dedicado al turismo y el agro, con un importante componente paisajístico.
“Creo que es muy difícil que convivan la minería y el Paisaje Cultural Cafetero, que requiere de un plan de manejo ambiental y de planes de manejo de conservación del paisaje mismo, que de no cumplirse nos expondría a que la Unesco nos retire la declaratoria. Tenemos una vocación turística y es a esto que le debemos apostar”.
El mandatario indicó que de lo expuesto en el foro se construirá un documento que será entregado en el próximo Acuerdo por la Prosperidad, programado para los días 12 y 13 de agosto en el Parque Nacional del Café.
Cabe anotar que la Contraloría General de la República emitió la semana anterior un concepto de función de advertencia en el que le indica a Anglo Gold Ashanti, que se opera al borde de la ilegalidad jurídica con su proyecto en La Colosa por explorar en una reserva forestal donde está prohibido; en contravía con el POT de Cajamarca; con la disposición del Código de Recursos Naturales (decreto 2811 de 1974) que exige la sustracción del área, trámite que no se hizo; y en contra tanto del derecho a un ambiente sano, consagrado por el artículo 79 de la Constitución Política de Colombia, como al principio de precaución establecido por la ley 99, conocida como la ley de Medio Ambiente.
El encuentro contó con la presencia del defensor del Pueblo nacional, Vólmar Pérez, quien limitó su intervención en el foro a escuchar las inquietudes, quejas y percepciones de la comunidad.
“Hemos encontrado que se otorgan títulos de explotación minera en el país sin que se complemente con la expedición de licencias ambientales, lo que puede propiciar la vulneración de derechos fundamentales como el derecho al agua o a la vida. No nos oponemos a la explotación minera, es una actividad que en la medida en la que no afecte los derechos de la comunidad cuenta con el apoyo de las autoridades, pero es necesario examinar con el rigor las autoridades ambientales previenen este tipo de contingencias y adoptando medidas de tipo preventivo”.
Una cuestión que supera lo político
Entre las ponencias expuestas en el encuentro se contó con una variedad de enfoques, que desde sus campos de acción confirmaron el perjuicio que esta actividad genera en los hábitat y sus comunidades.
Una de las más completas fue la de Luis Carlos Hernández, director del Observatorio Social Ambiental de la universidad del Tolima.
“La minería a cielo abierto de oro con lixiviación de arsénico no es una buena actividad para el país. Afecta los ríos y quebradas, los suelos fértiles que son nuestras despensas agrícolas, las áreas productoras, los mantos freáticos y de aguas subterráneas; y además nos deja pasivos ambientales impagables para las generaciones futuras, porque agota el agua, contaminándola con metales pesados como arsénico y cromo, que son cancerígenos, mercurio y plomo, que dañan el sistema nervioso; o cadmio y manganeso, que perjudican el sistema renal”.
Añadió: “El estudio específico sobre La Colosa tendría un valor de tres millones de dólares, pero contamos con la experiencia docente de 25 años y la visita a las diferentes minas a cielo abierto, desde la Argentina hasta Canadá, en los últimos cinco años. Anglo Gold Ashanti afirma que luego de dinamitar la montaña la vuelven a reconstruir, pero científicamente no hay tecnología que lo permita”.
El académico incluso denunció que la compañía se encuentra captando aguas lluvias e interrumpiendo así el ciclo hídrico, al evitar que el recurso llegue al suelo y afectando el flujo normal de ríos y quebradas.
Los argumentos científicos fueron respaldados por los culturales de las comunidades opositoras, como los indígenas. Constantino Ramírez Bedoya, coordinador de Justicia Indígena en el departamento a nivel del cabildo mayor del resguardo Embera Chamí y representante de la Organización Regional Indígena del Quindío, explicó la posición de su pueblo.
“Nuestra posición es de resistencia frente a los megaproyectos que puedan desarrollarse en el departamento, afectando las condiciones ambientales, ecológicas y culturales; así como la cosmovisión, la ley de Origen, el gobierno propio. Es un proceso que nos traerá pérdidas de vidas humanas, de la parte cultural y nos dejará una crisis irrecuperable para la humanidad”, aseguró recordando el asesinato del líder Kimy Pernía Doménico por oponerse a este tipo de proyectos que ignoran a las comunidades.
Por: Andrés Felipe Mejía Álvarez

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