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By Admindunashama - Posted on 09 Junio 2011
Por José Gregorio Mojica Gil
Según la historia y la tradición lingüística específica de cada etnia, el origen del “aiu”aplica por igual significado en lavida cultural de los pueblos Wiwa, Kogui, Arhuaco, Kankuamo, de la Sierra Nevada de Santa Marta.
En aquel tiempo de origen, cuando aún no existía el mundo material, cuando las plantas y los animales eran gente y hablaban, surgieron personajes invisibles que nos mostrarían cómo se originó el aiu, una planta sagrada en la Sierra Nevada. Y fue en aquel entonces que existió una pareja Dualegama y Awiekun, quienes tuvieron a cuatro hermosas hijas, aquienes desde un comienzo, a muy temprana edad, fueron instruyéndolas en las acciones que debían sobrellevar tales como; valorar, cuidar, servir y respetar siempre todo lo que existiera a su paso, porque así debía ser por mandato. De este modo, el tiempo fue pasando hasta que se convirtieron en mujeres jóvenes, a esa edad ya eran enviadas a recoger hoja de aiu, con serias recomendaciones previas, y con esas reiteradas instrucciones aprendieron y lo hacían con mucha responsabilidad.
Cada una iba con una canasta en la mano y cuando llegaban al lugar que era la orilla de un arroyo, inclinaban su cabeza y luego al agacharse abrían su hermosa cabellera en dirección a las canastas y empezaba a caer hojas hasta llenarlas, finalmente se bañaban y se iban para entregarlo a su padre. Ellas dejaban el aiu en un lugar para que su padre por la tarde lo deshidratara para el uso a seguir. Dualegama, lo recogía cuidadosamente y al caer la tarde se dedicaba a secarla utilizando una olla de barro puesta al fogón a fuego lento, fuego que era producido por una leña seleccionada que no era de cualquier árbol (Genunkula,Turrua y Abona). Finalmente tenía el aiu listo para masticarlo y poderse concentrar en sus labores rutinarias. Una vez preparado el aiu esperaba que el sol se despidiera en el horizonte y al oscurecer, Dualegama reunía a sus hijas, empezaba a orientarlas e instruirlas, sobre las funciones y el rol que debían desempeñar; enseñándoles que eran la fuerza del hombre y que le ayudarían a ellos para que pudiera reflexionar, concentrarse y hacer rituales que le permitieran obtener mayor tranquilidad y equilibrio con todo lo que existiera a su alrededor, o sea toda la naturaleza. Fueron muchos los consejos que iban dando Dualegama y Awiekun a sus hijas para mejorar la formación integral de ellas.
Así transcurrió el tiempo hasta que un día Kuibajon, un hombre espiritual poderoso, que se había enterado de todo esto, vio claramente que en el futuro haría falta y que había que materializarlas, las semillas del “aiu”, porque esa semilla tenía que quedar en la tierra. Porque así como él estaba observando no iba a quedar nada materializado. Entonces tomó la sabia decisión de pagar para que alguien se las trajera, y ese alguien sería Tuhkagu, un hombre espiritual que tenía capacidad de convertirse en un pequeño colibrí de hermosos y vistosos colores. Para que le obtuviera la semilla.Tuhkagu, vio que le costaría mucho trabajo pero aceptó hacerlo. Posteriormente, él decidió espiar a las hijas de Dualegama para enterarse cómo era que recogían las hojas y luego podérselas llevar.
Tiempo después se enteró de todo, Tuhkagu llegaba donde estaban las mujeres y observaba todo, desde que empezaban a abrirse el cabello para hacer caer las hojas, hasta que finalmente se bañaban y se dirigían a su casa. Ellas también veían al colibrí pero no se percataron que algo les podía pasar. Un día fueron a recoger aiu y cuando se disponían hacer que la hoja cayera, llegó el colibrí, y volando en frente de ellas, sacaba su delgada y húmeda lengua mostrándoselas, al cabo de un buen rato, una de ellas también sacó su lengua y se la mostro al colibrí, en el mismo instante él aprovecho para unir su lengua con la de ella, y en cuestión de segundos desapareció llevándose el hilo de pensamiento de ellas, y se las entregó a Kuibajon.
Al caer la noche, Dualegama notó que no había aiu y sus hijas habían desaparecido, se concentró para saber qué había pasado con ellas y dónde estaban. Cuando finalmente sus fuerzas espirituales le dijeron en donde estaban, se dio cuenta que se las había llevado Kuibajon. Una vez enterado, procedió a contárselo a su hijo Kuimangui (trueno), para que supiera lo que estaba pasando. Dualegama le dijo a su hijo: “Kuibajon se las llevó, si las cuida le va a servir, de lo contrario, le harán mucho daño por habérselas llevado sin mi permiso; encárguese de Kuibajon en caso de que haga daño a sus hermanas”.
En el mismo atardecer, Kuibajon después de haber recibido la semilla que eran cuatro pequeñas pepas, las colocó cuidadosamente en un recipiente y empezó a observarlas. Al instante se oían voces que decían: “sí nos has traído a tu lado debes cuidarnos; nosotras, también nos alimentamos, vestimos y vivimos igual que usted, y siempre vamos a estar cerca a las viviendas; sí nos has traído, esperamos que no nos vuelvas a llevar donde nuestro padre, porque sabemos que aquí le vamos a servir a ustedes”.
Kuibajon, al escuchar estas voces empezó a cantarles canciones una a una, para que perduraran durante toda la existencia de la gente, así pasó la noche y fueron muchas noches. Al poco tiempo se dedicó a sembrar la semilla, nacieron y fueron creciendo hasta que estuvo a punto de recogerse sus hojas, esta vez ya sería de forma manual. Un día se dedicó a recoger las hojas y luego las tostó, cuando estuvo listo se dispuso a masticarlo, pero antes de que pudiera llevársela a la boca, sólo sintió un trueno que le evitó llevarse el aiu a la boca, arrebatándoselo de la mano. Al rato despertó, él no entendía la razón, así que volvió a intentarlo nuevamente y sucedió lo mismo, de modo que no pudo masticarlo y se sentó a reflexionar.
Entonces fue cuando comprendió que el trueno le estaba dando una señal, por lo que se vio obligado a irse donde el suegro, y efectivamente Dualegama, le dijo queKuimangui era su cuñado y que en esa forma lo había estado aconsejando porque si lograba masticarlo tendría problemas que nunca acabarían, porque se había llevado a las hijas sin su consentimiento; que a pesar de que él se las había llevado y las había plantado no era dueño del aiu, que no podían ser de él, y que tendrían que conseguir a alguien para que pudiera recibirlo, entonces el reconoció su error y aceptó lo que le dijo su suegro.
Así que se concentraron para encontrar a la persona indicada que lo pudiera recibir, finalmente lo encontraron, ese personaje fue Aiumaku, él sí pudo masticarlo sin ninguna dificultad, quien recibió ciertas normas para el cuidado y el uso que debería tener con el aiu, y se lo entregaron bajo esas condiciones, él lo reprodujo y lo multiplicó para los cuatro pueblos indígenas de Gonawindúa (Sierra Nevada de Santa Marta).
Para cumplir esa misión, Aiumaku fue rigurosamente orientado para que diera buen uso y cuidado al aiu así:
-No toda persona puede sembrar ni recoger aiu y quien lo hace debe haber cumplido ciertas reglas tradicionales.
-Deben seguirse unas reglas de comportamiento al momento de sembrar y de recogeraiu.
-El aiu será utilizado por el hombre acompañado del dumburru (poporo) en sus actividades cotidianas pero principalmente en los rituales de purificación espiritual y física.
-Jamás debe hablarse ni pensar negativamente en el momento que se esté utilizando elaiu.
-El aiu servirá de cura para muchas enfermedades.
- El particular uso del aiu, por historia y tradición, identifica a los pueblos indígenas de la Sierra Nevada.
- El aiu representa un diálogo espiritual permanente en la pareja indígena.
- El aiu simboliza “la llave espiritual” de inicio y cierre de actividades rituales.
- El aiu representa orden y disciplina social y laboral.
- No es permitido el uso del aiu a cualquier edad.
- El uso indebido del aiu trae complicaciones de salud física y espiritual.
- El aiu representa roles distintivos entre el hombre y la mujer.
- El uso del aiu es ejercer debidamente el comportamiento social y cultural
- El uso del aiu representa la edad y la vida adulta del joven indígena.
Sobre la vida histórica, cultural y vegetativa del “Aiu” de la SNSM, existen peligrosas y estúpidas interpretaciones y especulaciones que consciente o inconscientemente expanden una confusión demencial contra el respeto al reconocimiento de la diversidad étnica de los pueblos indígenas que lo usamos por costumbre y tradición de principio. El orden externo, llámese estado, Gobierno, instituciones, políticas, sociedad, etc., luego de 519 años aún no entiende, no sabe, esa diferencia categórica de uso y manejo que los indígenas de la SNSM damos al Aiu, con respecto al perverso tratamiento que la otra sociedad incurrió a ese otro sistema de cultivo ilícito con fines estrictamente comercial. Ni siquiera saben lo más elemental que al interior de nuestros “poporos” lo que llevamos es harina de conchitas de mar calcinada a fuego natural, no es más nada, y todavía podrían suponer como si algo tuviera que ver con “la droga ó bazuco” que vemos en la televisión. ¡Qué vergüenza, el concepto de coca hasta ha tergiversado su etimología real!
“El hombre blanco llevado por la ambición y la codicia rompe día a día el equilibrio de la planta sagrada para nosotros, dándoles utilidades contrarias a nuestras tradiciones, rompiendo con el esquema tradicional del pensamiento indígena y difamando nuestras culturas por el uso indebido del aiu.
Aveces sentimos intuitivamente un larvado desprecio porque practicamos nuestras tradiciones con este elemento y, en ocasiones, nos han pedido olvidarla porque según estudiosos de afuer de eminentes, lo que practicamos son estúpidas y ridículas supersticiones de los pueblos indígenas.
Sin ninguna razón pero sentimos inmensa y profunda rabia y tristeza porque a nuestra planta sagrada la han culpado de ser la causante principal de la guerra en Colombia, pero jamás nuestros antepasados vieron, ni nosotros hemos visto desde la práctica de nuestras seculares tradiciones que el aiu o “coca” como la llama el lenguaje moderno, haya producido ríos de sangre ni lluvias de plomo alguno.
Que el hermanito menor haya encontrado por su ignorancia, obtener sustancias alucinógenas con técnicas desconocidas para nosotros, no es culpa nuestra. Son alucinaciones estúpidas y falibles que siempre los llevarán a la perdición del cuerpo y espíritu de quienes la usen o traguen.
Nosotros jamás hemos visto que el aiu, haya producido efectos alucinantes. Que la conviertan en una sustancia psicotrópica y la hagan enemiga de otras sociedades, no es nuestra culpa. Nosotros no enseñamos a nadie a dar mal uso al aiu. Sherankua no creó a los procreadores del aiu y al aiu para que le dieran otra utilidad ajena a la misión sembrada en la Ley de Origen. Nosotros la cultivamos y damos uso a esta planta bajo unos preceptos espirituales porque así fue que nos la dejaron”.
Kogui/Jañiu
Aruhaco/Ayu
Wiwa/ Aiu
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