Por: REDACCIÓN ELTIEMPO.COM | 1:06 p.m. | 04 de Mayo del 2011
A los 2.900 metros de altura la expedición se encontró el primer campamento.
Foto: Alcaldía de Cali
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A 2.900 metros de altura encontraron el primer campamento. Habían talado unos mil metros cuadrados.
La fiebre del oro ha llegado hasta el Parque Natural Los Farallones. Una tutela de la Procuraduría Judicial Ambiental y Agraria para el Valle llevó a que el alcalde de Cali, Jorge Iván Ospina, emprendiera en la madrugada de ayer el ascenso hacia la montaña.
La meta era escalar a una altura de 3.600 metros donde están ubicadas las minas de oro. La expedición encabezada por el Alcalde iba tras un centenar de socavones y 40 campamentos que arañan la montaña para triturar tierra y piedra en busca de oro.
La explotación ilegal afecta la cuenca del río Felidia que desemboca en el río Cali, el que abastece una de las cinco plantas de tratamiento de agua potable con que cuenta la ciudad. Para hallar el oro los mineros recurren al cianuro y al mercurio, lo que alertó a las autoridades ambientales.
A los 2.900 metros de altura la expedición halló la primera mina. Según narró el Alcalde, se han deforestado cerca de mil metros cuadrados de bosque, los árboles fueron cortados con motosierras. Halló poleas, maquinaria y campamentos con plásticos negros.
Acompañado por 130 hombres de la Policía y el Ejército y por funcionarios de las Corporación Autónoma Regional del Valle y de Parques Nacionales, el Alcalde empezó ayer notificar a los mineros y a cerrar la primera de las minas.
"Seguiremos desmontando los campamentos que nos encontremos. Nos están deteriorando el medio ambiente y están poniendo en peligro el agua para Cali", dijo el Alcalde.
Buena parte de los mineros que se encontraban en Zaragoza, en la vía al mar, cuyos socavones alteraron la cuenca del río Dagua, se han trasladado ahora hasta Los Farallones. Según narró el Alcalde desde la montaña, se trata de gente humilde que procede en su mayoría de los municipios caucanos de Buenos Aires y Suárez.
"Debo decir y denunciar que detrás de esto tiene que haber trasnacionales y grandes empresas, porque traer maquinaria a este espacio a lomo de mula, caminando 10 horas para poder llegar, seguramente se hace si tiene una gran patrocinio", dijo el Alcalde, quien antes de cayera la noche había avanzado hacia un segundo campamento.
El Alcalde, debido a lo complicado del ascenso, a 10 horas desde Cali, decidió dormir en Los Farallones para continuar hoy con el cierre de las minas y el desmonte de los campamentos.
Una solución que se prevé para evitar que vuelvan a levantarlos es ubicar guardabosques y que el Batallón de Alta Montaña patrulle la zona.
La tutela de la Procuraduría Ambiental y Agraria busca el cierre de las minas en Los Farallones. Según una certificación expedida el pasado 31 de marzo por la Cvc, se detectó la presencia de cianuro por la actividad minera y concentraciones de mercurio en el agua.
No obstante, las Empresas Municipales de Cali (Emcali) garantizan que el agua que consumen los caleños en estos momentos, distribuida desde la planta de río Cali o San Antonio es potable y no representa ningún riesgo para la salud.
"La calidad del agua suministrada por la planta de San Antonio (la que se surte del río Cali) cumple con todos los parámetros y exigencias establecidas por las autoridades sanitarias tanto del nivel nacional como local, hecho que permite afirmar que el agua es totalmente pura y de excelente calidad", dijo el gerente (e) de Acueducto, Freddy Mantilla.
El mercurio, por ser un metal pesado, tiende a depositarse y fijarse en el fondo del río infiltrándose en el cauce de la cuenca alta, mientras el cianuro, al ser de fácil oxidación, con el movimiento natural del agua se diluya durante el recorrido desde la cuenca hasta la parte baja del río.
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