domingo, 20 de marzo de 2011

El salto del Tequendama, maravilla olvidada

 

La mitología Chibcha, habla de la creación del salto, con la leyenda de Bochica:
Bochica era un hombre mayor en años y cargado de canas, el cabello y barba blanca hasta la cintura, andaba los pies por el suelo sin ningún calzado y vestía con una túnica sin cuello hasta las pantorrillas. Vino desde los llanos hasta el pueblo de Bosa y Soacha en donde comúnmente lo llamaban Chimizagua que quiere decir mensajero de Chiminigagua que es aquel supremo Dios a quien conocían por principio de la luz y de las demás cosas.
Predicó a los indios leyes y modos de vivir, les enseñó a hilar algodón y tejer mantas. Luego se marchó desde Bosa hasta el pueblo de Fontibón y Serrezuela; pasó por Cota y llegó hasta las márgenes del Río Sogamoso, donde desapareció.
Después de haber pasado Bochica por estos pueblos llegó una mujer hermosísima y de grandes resplandores llamada Chie que predicaba y persudía contra la doctrina de Bochica. Los indios la seguían en sus predicaciones porque les incitaba a una vida de placeres, juego y entretenimiento de borracheras, por lo cual el Chimizagagua la convirtió en lechuza e hizo que no anduviera sino de noche como ella anda. Comenzó con esto a caer la doctrina que les había enseñado Bochica.
Después de adorar al sol, veneraban los muizcas otros dioses de diversos nombres a quienes buscaban para necesidades diferentes. El más importante de ellos era Chibchacum a quienes los indios empezaron a ofender en secreto y en público. Chibchacum indignado los castigó inundándoles sus tierras para lo cual trajo de otras partes los ríos Sopó y Tibito. Crecieron tanto las aguas del valle que cada día era más grande la inundación de tal manera que los indios no tenían comida ni donde sembrarla.
Angustiados determinaron ir con la queja y pedir el remedio al dios Bochica ofreciéndole en su templo clamores sacrificios y ayunos. Una tarde entonces apareció Bochica con una vara de oro en la mano y dando voces a caciques y vasallos les dijo desde lo alto: He oído vuestros ruegos y condolido de ellos y de la razón que tenéis en las quejas que dais a Chibchacum, me ha parecido lo mejor venir a socorreros. Me doy por satisfecho de lo bien que me servis, y pues tanto toca a mi providencia, voy a pagarlo remediando la necesidad en que estáis, y así aunque no os quitaré los dos ríos porque en algún tiempo de necesidad los abreis menester, abriré una sierra por donde salgan las aguas y queden libres vuestras tierras
Y diciendo esto arrojó una vara de oro hacia el Tequendama y abrió dos peñas por donde ahora pasa el río. Pero como la vara era delgada no hizo tanta abertura como era menester para las muchas aguas que se juntan en el invierno y así todavía rebalsa, pero al fin quedó la tierra libre para sembrar y tener el sustento, pero obligados a adorar y ofrecer sacrificios en cuanto aparezca el arco iris.
Bochica muy enojado con Chibchacum le dio por castigo cargar en sus hombros toda la tierra que antes se sustentaba en unos grandes guayacanes. Esta es la razón por la que ahora tiembla la tierra porque como pesa mucho Chibchacum al mudarla de un hombro a otro hace que se mueva y tiemble toda ella.
TOMADO DE: www.catay.org

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