SAN ANDRÉS EN LA MIRA DE LOS PIRATAS

Colombia perdió 75 mil kilómetros cuadrados de mar territorial.  La Corte Internacional de la Haya sentenció "salomonicamente" como lo presagiaba la Cancillería y el grupo de abogados (léase abobados o avivados) negociadores. El veredicto da vía libre para que Nicaragua tenga autonomía sobre el mar y realice el montaje de las plataformas de explotación petrolera y Colombia instale en los cayos un complejo industrial para producir piedra pomez. 
Una vez conocido el fallo, Juan Manuel y su gabinete trasladan escritorios y colchones a San Andrés para ejercer la misma soberanía esgrimida en el siglo pasado por un Gobierno vende patria que entregó el brazo panameño por una alforja de dolares.  Bastó una noche de buen dormir con la brisa del hoyo soplador y la exuberancia del Sea Flower para descubrir que en el corazón del océano balsean legiones de pescadores sanandresanos cuya única patria es el mar.  Ellos, sin meridianos a la vista enfrentan las batallas de la supervivencia. 
La sentencia de la Haya no escapa a los movimientos estratégicos de la geopolítica.  La chequera chavista está abierta y aunque parezca extraño las fauces de las petroleras gringas también, para aliarse estratégicamente con Nicaragua en la explotación de mar abierto.  A la voz de hidrocarburo no hay defensa de la biosfera que valga.  que lo digan los comunistas chinos socios del capital norteamericano en la destrucción ambiental del planeta.  Haya donde haya petróleo los meridianos se tuercen.  Ahora corresponde determinar quienes han sido responsables en estos últimos años del manejo dado al litigio. 

Hay videos donde el uberrimo AUV http://www.youtube.com/watch?v=50PPgIt1YsU estrecha la mano de Ortega y le promete respeto a las decisiones de la Corte Internacional.  Ahora vocifera desde las encalladas naves del naufragio. 

¿Páginas para una crónica de fallo anunciado?.  Aprender a perder rezan los catecismos de la ética.  Aprender de lo perdido aconsejan los manuales de historia y geografía.  Lo que está en juego es la verdad de lo ocurrido: actores, intereses, decisiones.  Paso a paso debemos acometer la tarea de entregar a las nuevas generaciones la verdadera historia de esta mutilación (¿acordada?). 

Las entrañas del mar rugen y los pueblos seguirán siendo hermanos a pesar de los gobiernos y las farsas del poder.  Sanandresanos y Nicaragüenses se conocen palma a palma desde mucho antes del tratado Esguerra - Barcenas.  La frontera cultural se abre allí donde la frontera política se cierra.  Acerquemos los pueblos para que ellos en su sabiduría y construcción histórica interpreten el fallo.  Una mirada no centralista enriquece.  Una mediación alternativa ante la Haya es urgente y necesaria.  No obstante, sin ser ave de mal agüero en el nuevo mapa caribeño veo un mar de petróleo, un buque cisterna y las dragas de la piratería listas para tragarse el coral.